Antiguo Testamento de la Biblia de
Gutenberg.
El Antiguo Testamento es, para muchos cristianos, el conjunto de la primera parte de los libros canónicos de la Biblia. Abarca tanto el Pentateuco como libros históricos, proféticos y sapienciales.
Los libros, que constituyen la primera parte de la Biblia cristiana, se corresponden aproximadamente con el Tanaj judío; algunas diferencias en el ordenamiento de los libros y en la inclusión o no de algunos de ellos separan la versión empleada por los judíos —que deriva del texto masorético codificado en los primeros siglos de la Era Común— de la Vulgata que constituye la versión oficial de la Iglesia Católica, traducida al latín a partir de una traducción griega precedente, la llamada Septuaginta. A su vez, los textos protestantes excluyen algunos libros, considerados deuterocanónicos, precisamente porque no se dispone del texto original en hebreo.
La denominación de Antiguo Testamento (que presupone la existencia de un Nuevo Testamento) es privativa de algunas denominaciones cristianas. Los Testigos de Jehová usan la expresión Escrituras hebreas para llamar a esta colección de libros.
Los judíos dividen los libros del Antiguo Testamento en tres grupos: Torá (ley), Nebiim (profetas) y Ketubim (escritos)
Géneros literarios
El Antiguo Testamento es un texto muy complejo por estar compuesto por libros escritos en múltiples géneros y en distintas épocas históricas del pueblo hebreo.
En cuanto a la mayoría de los libros, se pueden reconocer cuatro tradiciones literarias que los componen (de acuerdo con la hipótesis documentaria):
- Yavista, que hace uso del término Yahveh para referirse a Dios, al que presenta antropomórfico, manifestado de forma humana. Este género es probablemente propio del reino hebreo del sur o de Judá.
- Elohista, que hace uso del término Elohim para referirse a Dios, al que presenta más intrascendente. Este género es probablemente propio del reino hebreo del norte o de Israel.
- Sacerdotal, que se centra en cuestiones del culto judaico, y que incluye el relato que se encuentra al principio de todo el Antiguo Testamento: la primera versión de la Creación en el libro del Génesis (la segunda versión de la Creación viene inmediatamente después y es de tradición yavista).
- Deuteronómica, que se centra en el cumplimiento de la Ley, por haber sido escrita en lo que algunos han identificado como el hallazgo de la Ley en tiempos del rey Josías. Precisamente el libro del Deuteronomio pertenece a este género.[1]
Se pueden reconocer los siguientes géneros literarios en el Antiguo Testamento:
- Histórico: Abarca todos los textos en forma de relato. Incluye: historias reales, noveladas y ficticias; relatos populares (mitos, leyendas, sagas, cuentos); datos informativos, y biográficos; relatos que anuncian la venida del Mesías.
- Ley: Colecciones de normas y preceptos por los que se regía el pueblo hebreo, tanto en lo civil como en lo religioso.
- Profecía: Dichos y discursos pronunciados por un Profeta o mensajero que habla en nombre de Dios. Incluye oráculos, relatos biográficos, visiones y acciones simbólicas.
- Lírica: Textos poéticos, generalmente en verso, que expresan sentimientos y vivencias profundos. Incluye cantos de amor, elegías de dolor, poemas de oración.
- Sabiduría: Colecciones de sentencias, proverbios, alegorías y refranes que expresan de forma popular y razonada la experiencia de vida propia del sabio.[2]
Libros del Antiguo Testamento
Según la división habitual se pueden separar en:
Génesis: El libro del Génesis relata la historia de la creación del mundo, el relato de Adán y Eva en el huerto del Edén, el castigo de estos por comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal ; La historia de sus dos primeros hijos: Caín y Abel. La aparición de tribus y razas y el desarrollo de los pueblos; la historia de la Torre de Babel; la narración del diluvio. Éxodo: Los principales hechos del libro giran alrededor de la partida de los esclavos Hebreos de Egipto, bajo el liderazgo de Moisés (La opresión de los israelitas). Levítico: Este libro trata los temas de las leyes referidas a los sacrificios, la consagración de los sacerdotes y las leyes referidas a la pureza y santidad. Números: Este libro trata los temas del Sinaí, el desierto de Qades-Barnea y los llanos de Moab. Deuteronomio: Este libro relata lo que sucedió desde la entrega de las Tablas de la Ley hasta la llegada a los llanos del Moab.
Josué: Este libro narra la conquista de la Tierra Prometida y el reparto que Josué efectúa entre las distintas tribus. Luego trata algunos temas de la Asamblea de Siquem y de las disposiciones de Josué. Jueces: El Libro de los Jueces narra el período que va desde la muerte de Josué hasta el nacimiento de Samuel, un tiempo en que los judíos han abandonado su vida nómada y acaban de instalarse como semisedentarios primero y agricultores luego, habitando en casas de material o chozas de adobe. Ruth: El libro narra la historia de Elimelec, un hombre de Belén de Judá que emigró con su familia al país de Moab. Su mujer se llamaba Noemí y sus hijos, Quelyón y Majalón. Al morir Elimelec, sus dos hijos se casaron con Orfa y Rut de Moab, respectivamente. I Samuel: Este libro cuenta la historia de Samuel y del reinado del rey Saúl hasta su muerte, incluyendo la guerra de los israelitas contra los filisteos y la gran hazaña del pastorcillo David al derrotar al gigante Goliat. II Samuel: este libro cuenta la historia de Israel a partir de la muerte de Saúl y el subsiguiente reinado de David, con un suplemento al final. Reyes: Este libro cuenta la historia de los reinos de Judá e Israel. II Reyes: En este libro continúa la historia de los reinos de Judá e Israel desde la muerte de Salomón hasta la caída de Samaria) y de Jerusalén. También relata los milagros del profeta Eliseo y all final del libro se continúa la historia para culminar en el Exilio de Babilonia. I Paralipómenos o Crónicas: Este libro en particular narra el período comprendido desde los orígenes hasta la muerte de David. Cuenta la historia desde Adán hasta Saúl en su primera mitad y luego la de David. II Paralipómenos o Crónicas: Este libro en particular narra el período comprendido entre la muerte de David y la liberación final. Cuenta la historia de cada rey de manera muy esquemática y no exhaustiva, indicando en general: nombre del padre, nombre de la madre, duración del reinado, sucesor, lugar de la sepultura, principales acontecimientos y sincronía de cada uno de los reyes de Israel. Esdras: Esdras trata especialmente de la reconstrucción del Templo y de la organización legal del judaísmo. Nehemías: este libro narra reconstrucción de las murallas de Jerusalén, el arreglo del templo y las reformas llevadas a cabo por Nehemías. Tobías: Este libro relata el acompañamiento que el arcángel Rafael hace a un joven lleno de fe, que va a buscar esposa y finalmente se casa luego de sortear enormes dificultades con la ayuda del ángel enviado por Dios. Judit: El libro cuenta la historia de Judit hija de Merari en plena guerra de Israel contra el ejército asirio. Ester: Es un libro histórico tiene el objeto de explicar a los fieles el origen de la fiesta de Purim. I Macabeos: Macabeos narra el intento de helenizar por la fuerza a los judíos por parte de Antíoco IV Epífanes. II Macabeos: El libro se centra en dos fiestas religiosas: la Dedicación del Templo luego de su reconstrucción y el día en que Nicanor amenaza al edificio sagrado. Cuenta también la herejía sacrílega de un tal Heliodoro.
PROFETAS MAYORES (6) Isaías: El Libro se encuentra dividido en dos partes perfectamente diferenciadas, separadas por un apéndice histórico. Este último consiste en dos capítulos tomados de II Reyes . Jeremías: En el libro se suceden las narraciones y los oráculos proféticos. Lamentaciones de Jeremías: El libro contiene cinco poemas de lamentación por la destrucción de Jerusalén tras haber caído en manos de Nabucodonosor II .Evocan la destrucción de Judá y el horror del sitio de la ciudad. Baruc: Este libro narra el exilio babilónico. Ezequiel: En la introducción, Dios entrega al profeta los lineamientos de su misión profética, mientras que los capítulos siguientes detallan una larga serie de amenazas y futuros castigos para Jerusalén y Judá, para los falsos profetas y, en general, para todos los judíos que han pecado antes de la invasión de Nabucodonosor. Daniel: Este libro trata sobre la historia de Daniel quien vivió en Babilonia como exiliado junto con el resto del pueblo hebreo
PROFETAS MENORES (12) Oseas: Este libro relata una profecía que se divide en dos partes.
Joel: El libro de Yoel se encuentra dividido en dos partes claramente diferenciadas. En la primera, una devastadora plaga de langostas destruye el país, produciendo una celebración penitencial entre las víctimas. La segunda parte trata acerca de los frutos de la penitencia y de la liberación que anuncia una redención futura.
Amós: Este libro da un mensaje de advertencia hacia las naciones paganas y a los pecadores de Judá e Israel ya que serán juzgados por Yave (dios) y castigados pero eventualmente podrían ser perdonados.
Abdías: El libro de Abdías profetiza la venganza de Yave contra Edom, que llegará en 312 adC con su conquista por parte de los árabes.
Jonás: El libro da cuenta del profeta Jonás y una historia bien conocida en la cual Dios manda a Jonás profetizar o predicar al pueblo de Nínive para persuadirlos de arrepentirse o recibir destrucción. Miqueas: Este libro trata sobre el castigo de dios sobre el reino del norte por pecados como: idolatría, adoración de Baal (una falsa figura que se idolatraba), sacrificios, rituales de niños, magia y encantamientos. Nahúm: Nahúm profetiza la destrucción de Nínive, que simboliza la liberación de todas las esclavitudes. Habacuc: Este libro narra los días finales del Imperio Asirio y el principio del dominio de Babilonia a escala mundial bajo Nabopolasar y su hijo Nabucodonosor.
Sofonías: el libro de Sofonías es una invitación a la penitencia y una afirmación del amor de dios hacia el pueblo. Ageo: Este libro trata principalmente de la reconstrucción del templo y se divide en cuatro discursos o sermones que se encuentran en orden cronológico. Zacarías: Este libro habla principalmente sobre la restauración del templo y de Jerusalén y de la coronación del sumo sacerdote Josué. Malaquías: Este es el último libro del antiguo testamento que reprocha las actitudes de las familias al separarse y el comportamiento de los sacerdotes por el no cumplimiento al culto divino.
Job: Este libro trata de Job un hombre religioso, bueno y justo, a quien Dios permite que Satanás someta a numerosas y espantosas pruebas. Salmos: Este libro solo tiene salmos y oraciones. Proverbios: son las enseñanzas de la filosofía teológica que enseñan al hombre a ser como los sabios y a vivir en consecuencia. Eclesiastés: Este es el libro del hombre razonando acerca de la vida. Aquí tenemos la mayor altura que él puede alcanzar con su conocimiento de que hay un Dios santo y que un día Él traerá todo a juicio. El Cantar de los Cantares: Trata de dos amantes, Salomón y Sulamit, que han sido obligados a separarse. Sabiduría: Este libro se dirige a los hermanos de su autor alertándolos sobre la ruina a los que los conducirán la idolatría y el ateísmo si se dejasen seducir por ellos. Eclesiástico: El libro está dirigido a los judíos piadosos que quieran vivir la vida según la Ley, sin olvidar a los paganos que quieran saber lo que les espera al convertirse en buenos judíos.
El Antiguo Testamento en el catolicismo
La Iglesia católica siempre ha considerado los libros del Antiguo Testamento como inspirados aunque se haya tardado en formular el canon de los mismos. En el Concilio Vaticano II se encuentra un resumen del aspecto histórico-salvífico y del sentido de las experiencias del pueblo judío como fundamento de su inclusión en las fuentes de la revelación cristiana:
Dios amantísimo, buscando y preparando solícitamente la salvación de todo el género humano, con singular favor se eligió un pueblo, a quien confió sus promesas. Hecho, pues, el pacto con Abraham (cf. Gn 15, 18) y con el pueblo de Israel por medio de Moisés (cf. Éx 24, , de tal forma se reveló con palabras y con obras a su pueblo elegido como el único Dios verdadero y vivo, que Israel experimentó cuáles fueran los caminos de Dios con los hombres y, hablando el mismo Dios por los profetas, los entendió más hondamente y con más claridad de día en día, y los difundió ampliamente entre las gentes (cf. Sal 21, 28-29; 95, 1-3; Is 2, 1-4; Jr 3, 17). La economía, pues, de la salvación pronunciada, narrada y explicada por los autores sagrados, se conserva como verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento; por lo cual estos libros inspirados por Dios conservan un valor perenne.